Tal y como muchos estudios indican , uno de los casos más comunes suele ser la Ototoxicidad. Esta se trata de que el tratamiento de algunos cánceres infantiles incluye fármacos como cisplatino o carboplatino, que son ototóxicos y pueden causar efectos secundarios como pérdida de audición y tinnitus. Estos efectos pueden persistir varios años después del tratamiento y afectar el rendimiento escolar y la socialización del niño. Una valoración previa y una monitorización durante y después del tratamiento pueden mejorar la calidad de vida de los pacientes. Algunos medicamentos quimioterapéuticos y antimicrobianos (cisplatino, carboplatino, gentamicina, tobramicina, vancomicina, amikacina) son tóxicos para el oído y pueden causar problemas auditivos y vestibulares como acúfenos, pérdida de audición y disfunción vestibular. Estos efectos secundarios, llamados "ototoxicidad", pueden afectar la calidad de vida de los pacientes y aparecer durante o después del tratamiento.
Eso sí, los niños son más propensos a sufrir la ototoxicidad que los adultos, y la toxicidad coclear del platino se produce a través de la interferencia con la transducción de señales en la cóclea.
La pérdida de audición causada por los agentes de platino puede ser agravada por otros tratamientos complementarios, como los antibióticos aminoglucósidos y los diuréticos de ASA, así como por una función renal deteriorada y patologías del oído preexistentes.
Por otra parte, es importante recalcar que aqui los programas de detección precoz y seguimiento en estos pacientes de riesgo no están generalizados en España.
Tal y como muchos estudios indican , uno de los casos más comunes suele ser la Ototoxicidad. Esta se trata de que el tratamiento de algunos cánceres infantiles incluye fármacos como cisplatino o carboplatino, que son ototóxicos y pueden causar efectos secundarios como pérdida de audición y tinnitus. Estos efectos pueden persistir varios años después del tratamiento y afectar el rendimiento escolar y la socialización del niño. Una valoración previa y una monitorización durante y después del tratamiento pueden mejorar la calidad de vida de los pacientes. Algunos medicamentos quimioterapéuticos y antimicrobianos (cisplatino, carboplatino, gentamicina, tobramicina, vancomicina, amikacina) son tóxicos para el oído y pueden causar problemas auditivos y vestibulares como acúfenos, pérdida de audición y disfunción vestibular. Estos efectos secundarios, llamados "ototoxicidad", pueden afectar la calidad de vida de los pacientes y aparecer durante o después del tratamiento.
Eso sí, los niños son más propensos a sufrir la ototoxicidad que los adultos, y la toxicidad coclear del platino se produce a través de la interferencia con la transducción de señales en la cóclea.
La pérdida de audición causada por los agentes de platino puede ser agravada por otros tratamientos complementarios, como los antibióticos aminoglucósidos y los diuréticos de ASA, así como por una función renal deteriorada y patologías del oído preexistentes.
Por otra parte, es importante recalcar que aqui los programas de detección precoz y seguimiento en estos pacientes de riesgo no están generalizados en España.
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